Kafka y sus cuentos raros me sacaron de quicio, de nuevo otro existencialista se manifiesta ante mi y una obra clásica de todos los tiempos, sin embargo esta si despertó algo de compasión por Gregorio Samsa y su deforme cuerpo principalmente porque hago la analogía de Gregorio Samsa en esa época de surgimiento industrial, dónde producir era lo que más importaba, dónde la compasión es para débiles y el que no aporte para la subsistencia colectiva debe ser desechado y debe producir vergüenza social, así que para mí este libro es una crítica al consumismo desenfrenado y no podría estar mas alejado de la realidad, porque hay familias en las cuales el enfermo es juzgado y dejado de lado, o en otras es extremadamente mimado. En mi opinión un enfermo o mental o físico se le debe alentar a que la vida no termina por eso, se le incita a que viva por él mismo, no por otro y no siendo un gasto de oxígeno porque todos debemos aportarle algo a la sociedad, ya sea material o no, pero es nuestro deber moral como seres humanos y como hemos visto en muchos casos, los discapacitados son hasta más capacitados que nosotros, los "normales".
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